LA HUELLA DEL INOCENTE, DE CARLOS GASPAR DELGADO MORALES

Título: La huella del inocente
Autor: Carlos Gaspar Delgado Morales
Editorial: Ediciones Labnar
Nº de páginas: 400
Publicación: Julio 2016

SINOPSIS:

Gaspar, un viejo profesor de Física, tiene como principal entretenimiento de su jubilación la investigación de crímenes que las Fuerzas de la ley no han sabido resolver. Junto a un antiguo alumno suyo, su incondicional y dócil señor Ballesteros, recorre la Andalucía más profunda para esclarecer los misterios que rodean dos casos muy cercanos, ambos de asesinatos.

Durante su afición de investigador se topa con Gabriel, un niño indigente que ha perdido la memoria de su vida y que muestra grandes ansias de aprender.

Entre visitas, viajes y encuentros, la amistad entre el viejo profesor y el joven mendigo crece al mismo tiempo que lo hacen las pesquisas y pruebas para tratar de desvelar la identidad de los culpables de tan abominables homicidios.

Tras un recorrido marcado por una cruda realidad, la historia desemboca en un sorprendente final que envuelve a todos los personajes, deshilando con detalle el enigma de los crímenes y recomponiendo los pedazos rotos de la infancia del muchacho.

La huella del inocente es una novela de intriga cuya acción está localizada en el pueblo malagueño de Ronda. Se desarrolla en dos momentos temporales: su inicio a finales de los años ochenta y su desenlace en una época actual.

Comencé a seguir a Carlos Gaspar Delgado Morales en facebook después de reseñar su primer libro, Cuentos Cuánticos. Gracias a eso hemos mantenido el contacto y, cuando me ofreció leer la novela que acababa de publicar, no dudé en aceptarlo. Pese a que en esta ocasión se atrevía con un género completamente diferente al humor, como el primer libro me gustó mucho, estaba convencida de que la calidad literaria estaría ahí y volvería a disfrutar con su prosa. Además, el misterio también es uno de mis géneros favoritos.

Dicen que las primeras impresiones son las que cuentan, no sé yo si será siempre así. En el caso del booktrailer sí, por eso he decidido ponerlo al principio, por lo que me impactó la panorámica del Tajo de Ronda. Es corto y merece la pena verlo simplemente por lo espectacular de la estampa. En cambio, con la portada no me ocurrió lo mismo, no me decía nada. Sin embargo, una vez que lo he leído me doy cuenta de lo bien que están escogidas las imágenes, incluidas las de la contraportada. Incluso aprecio el anciano y el joven que aparecen en el título y en un primer momento me pasaron desapercibidos.

Al leer la sinopsis me acordé del libro "Mi planta de naranja-lima", novela con la que terminé llorando a mares. En aquella ocasión fue la soledad del niño la que me provocó tristeza, en esta ha sido al revés, la pérdida de Gaspar es más emotiva que la de Gabriel. Incluso personajes secundarios como Zalamea son capaces de transmitir emociones de forma brutal, su última escena está tan cargada de pena que es imposible cerrar el libro y dejarte dormir sin pensar en ella.

Debo decir que al principio me costó un poco conectar con la historia, sin embargo, luego iba subiendo la intensidad de forma tan acelerada que ya no pude parar de leer hasta llegar al final. El desenlace es muy duro y cruel, quizá sorprende esa brutalidad con la que concluye, pero creo que ha sido el más acertado al conseguir dejar al lector impactado.

La novela se compone de 29 capítulos divididos en 5 partes tituladas. En la sinopsis se mencionan dos momentos temporales, que no dos líneas, algo a lo que estamos más habituados. Se trata de una narración lineal con un parón de 20 años en medio. En esta última parte será donde se resuelvan los dos asesinatos. Si bien mucho antes del final el lector ya tiene una ligera idea de quién puede ser uno de los culpables no es menos cierto que el autor sabe mantener la intriga a la hora de desvelar qué fue lo que realmente ocurrió, con giros inesperados incluidos.

Por los comentarios que leo en facebook de Carlos me atrevería a decir que es una persona a la que le gusta mucho la guasa, por eso me ha sorprendido el gran ejercicio de contención que ha tenido que hacer puesto que, aunque en La huella del inocente también se pueden apreciar distintos golpes de humor, lo ha usado de una forma mucho más moderada.

- Dígame una cosa, jefe. Si estamos en Sevilla, ¿por qué le llaman a esto el Prado de San Sebastián? ¿Qué tiene que ver un sevillano con un vasco?
- No tengo ni idea, eso pregúntele a uno de aquí. Yo es que soy de Málaga, ¿sabe? Vivo allí desde chiquitillo, muy cerca del centro, en la calle Zaragoza.
- ¿Calle Zaragoza ha dicho? ¿Y en Málaga?

Respecto al estilo literario, destaca en un primer momento por un gran uso de la descripción. Sin llegar a ser pesado (aunque tal vez ralentice un poco la lectura) consigue transportarte hasta Ronda sin haber estado allí, pasear por sus calles y asomarte a ese Tajo que tanto me ha impresionado.


Pasearon junto al Tajo buscando en sus abismos el mayor de los espacios abiertos, necesitaban respirar por el alma.

Me ha parecido doblemente original uno de los recursos que utiliza: el flasback. Por un lado, el símbolo de retroceso con el que se encabezan escenas ocurridas con anterioridad; y, por otro, la forma de narrar un mismo suceso desde distintos puntos de vista. Por ejemplo, conocemos una conversación telefónica a través de uno de los dialogantes y, más adelante, se vuelve a repetir esa escena con la información que nos falta, lo que dice la persona que está al otro lado de la línea.

Uno de los aspectos que coinciden en las dos novelas de Carlos es la pasión de los protagonistas por la ciencia. Si en Cuentos Cuánticos se hablaba de física cuántica en esta ocasión será Gaspar el encargado de instruir a Gabrielillo en el mundo de la astronomía.

- Jo, cuánto sabe usted, señor Gaspar. ¿Dónde ha leído tantas historias?
- Nunca en un único libro. No lo hagas tú tampoco, mi joven amigo, compara, duda, contrasta... pero no te conformes con lo que pongan en un único libro. Aunque te lo diga el mismísimo profesor de Geografía e Historia.

Como no todo van a ser alabanzas, también me gustaría ser un poco crítica. Creo que el autor recurre con demasiada frecuencia a las casualidades para que se encuentren distintos personajes. También me ha faltado un poco más de información, no la típica página de agradecimientos, pero sí algo más sobre cómo ha llegado a ver la luz esta historia o sobre el proceso de creación. Nada que no se pueda resolver con una entrevista, ¿verdad, Carlos?

En fin, pese a que no me une ningún lazo personal con el autor sí que le tengo afecto así que no sé hasta qué punto he sido imparcial. Solo puedo decir que La huella del inocente me ha gustado, me ha sorprendido y, lo más importante en un libro, sus personajes me han dejado huella, nunca mejor dicho.

Gracias a Ediciones Labnar por el envío del ejemplar.