: Clara P. Villalón
Pero tiene todavía más claro lo que no le gusta: no entiende la moda de los cupcakes ("esas magdalenas raras", que diría su abuela), no va a enredarse en una relación amorosa (para eso ya está su amiga Casilda) y, desde luego, no piensa presentarse nunca, jamás, ni de broma, a uno de esos concursos de cocina de la televisión. Sin embargo, Silvia descubrirá que el camino hacia los sueños tiene desvíos inesperados.
Hace ya un tiempo que leí este libro, pero llevo una época en la que no me apetece reseñar sino leer, así que no me queda más remedio que ponerme manos a la obra para que no se me vayan acumulando.
Cuando vi este libro entre las novedades de
Espasa me produjo curiosidad, como seguidora del programa Masterchef, quería saber cómo se iba a desenvolver Clara a la hora de escribir. Además, la presentaban como una novela divertida, así que tenía todos los ingredientes para que me gustara. Sin embargo, cuando me llegó hacía poco que había leído
Encuéntrame en el Cupcake Café, por lo que me decepcionó un poco que siguiera la misma estructura (una receta como introducción a los capítulos), así que la dejé apartada unos días, craso error, una vez que empecé a leerla me enganché completamente a la novela.
Antes de seguir con el libro, creo que debo hacer una pequeña introducción, mucha de la información que aporto la he sacado de la
entrevista que le hizo Marisa G. a la autora en su blog Books & Co. Clara es una de las concursantes que ha participado en el programa de cocina Masterchef. Cada vez que hay un programa revelación (sobre todo en su primera edición), no solo el ganador, sino otros concursantes que han destacado a lo largo del concurso, consiguen un protagonismo mediático. En este caso no solo han sacado libro los 3 finalistas, sino la entrañable
Maribel y, más recientemente, el propio
jurado. El caso de Clara es distinto, a pesar de que en su libro hay recetas, nos encontramos ante una novela. Puede parecer una locura que una cocinera se meta a escritora, más si sabemos que ha sido la editorial la que le ha hecho la propuesta y que solamente le ha dado 2 meses para escribir el libro. La explicación a tal ofrecimiento tiene su razón de ser, y es que Clara no solo tenía un blog de cocina antes de entrar al concurso,
Miss Migas, sino que desde hace 5 años también tiene un blog donde publica pequeños relatos:
Migas de locura.
No voy a decir que sea una obra de gran calidad literaria (tampoco es lo que busco en un libro) pero supera con creces su cometido: entretener durante su lectura. La autora usa un estilo muy sencillo y cotidiano que, añadido a que está relatado en primera persona, hace que empaticemos desde un primer momento con la protagonista.
A lo largo de los años, he acumulado una colección de libros de cocina que ríete tú de la sección de la FNAC. Es un vicio, lo reconozco. En cuanto aspiro el aroma a papel cuché y veo las fotos que dicen "cómeme", pierdo el norte y me gasto el dinero que no tengo en comprar lo que se me pone por delante.
Nos encontramos ante una novela muy fresca, pero no identifiques este adjetivo con las típicas coletillas despectivas "ideal para el verano" o "para desconectar entre lecturas más densas", no. Esta novela es fresca porque desprende juventud, vitalidad, positividad, optimismo y, cuando acabas de leerla, no puedes evitar hacerlo con una sonrisa en los labios.
Mucha culpa de todo esto la tiene Silvia, la protagonista, a la que no puedo evitar comparar con la propia autora. Es una chica joven, sencilla, trabajadora, que lucha por lo que quiere y pone mucho empeño en todo lo que hace. Estamos acostumbrados a protagonistas que usan ropas de marca por lo que, cuando nos encontramos con alguien tan cercano que compra su ropa en Zara o H&M, o que usa la amasadora del Lidl, la Kitchen Aid o la thermomix, o que compra en Ikea, es inevitable considerarla un personaje real.
Indudablemente la cocina tiene un papel predominante en la novela, más que la cocina, los cupcakes. Quien no sea tan aficionado puede prescindir de las 11 recetas que están al principio de cada capítulo, pero creo que van a ser más los que disfruten poniéndolas en práctica. En mi caso, más que cupcakes, me quedaré solo con la parte del bizcocho y haré unas simples magdalenas ya que la manga pastelera no se me da muy bien. Sin embargo, me gustaría avisar que cada receta tiene una razón de ser dentro del capítulo, no están puestas ahí sin más, pasan a formar parte del episodio al que le dan título. Por ejemplo, en el cupcake de Roscón de Reyes sin gluten explica cómo ha hecho varios intentos hasta conseguir las cantidades exactas de las distintas harinas, puesto que no tienen el mismo peso que la normal de trigo.
En cambio, yo tenía mis dudas. No tenía muy claro lo que iba a ocurrir con su vestido blanco impoluto cuando tuviese que ponerse a mezclar chocolate y nata con la espátula o con su delicada manicura después de lavarse las manos las tropecientas veces que se las ensuciara.
También hay hueco para la parte romántica, aunque no nos encontramos con una historia de amor en sí, más bien, es una atracción con sus "tiras y aflojas". Personalmente, creo que ha sido una buena elección. No hay tiempo para que surja una gran pasión, pero sí para disfrutar de unos diálogos muy divertidos entre los protagonistas.
Valores como la amistad, el compañerismo y el esfuerzo (que creíamos perdidos en nuestra juventud) salen reforzados en esta novela. Me alegra que el participante de un reality saque "beneficio" aprendiendo una profesión y trabajando duro para lograrlo.
Este libro es una apuesta segura para los amantes de la cocina, se sentirán muy identificados con la protagonista; también para todos los seguidores de Masterchef, disfrutarán identificando a los personajes con el jurado del programa y seguro que harán conjeturas para saber si las características que les atribuye son reales o producto de la ficción.
Ahora me toca ponerme en el papel de quien no le guste la cocina y no haya visto el programa, por más que lo intento, no lo consigo. Solo puedo decir que es un libro del que no esperaba gran cosa y que ha conseguido sorprenderme muy gratamente por su sencillez y cercanía. Sabiendo lo que vas a encontrar, creo que merece la pena darle una oportunidad.
Gracias a
Espasa por el envío del ejemplar.