Autora: Menchu Garcerán
Editorial: Versátil
Nº de páginas: 288
Publicación: Junio 2015
SINOPSIS:
Descubre lo que esconden los laberínticos sótanos de El Palacio de Invierno y recorre los pasadizos de un romance muy peligroso.
Cuando Mijaíl Ivanovich desaparece misteriosamente solo deja tras de sí dos indicaciones a su hermana Irina: que proteja un pendrive que contiene información de alto secreto y que contacte con su amigo Arnold Swartz, un atractivo diplomático británico.
Irina, que tiene una tranquila vida de profesora universitaria en San Petersburgo, acudirá desesperada en busca de Arnold, por el que se siente atraída desde que era apenas una adolescente. Y descubrirá, entre otras cosas, que la vida de Arnold está llena de intrigas, peligros y secretos.
A partir de ese momento sus vidas estarán amenazadas, lo que les obligará a mantenerse más unidos que nunca para poder encontrar a Mijaíl y esquivar a un poderoso enemigo que haría lo que hiciera falta por conseguir una información que pone en riesgo la seguridad internacional, por la que muchos países estarían dispuestos a pagar cualquier precio.
Si bien la sinopsis de este libro es bastante atrayente, hay novelas que se leen simplemente porque el nombre de la autora ya es garantía de una buena lectura; es el caso de Menchu Garcerán. En su día me conquistó con La fórmula deseada, luego leí El último carnaval y, aunque no me gustó tanto como el primero, la forma que tiene de contar historias es tan envolvente que consigue atrapar al lector irresistiblemente, así que solo puedo decir que es una de las autoras españolas a tener en cuenta dentro del suspense romántico.
El Palacio de Invierno no pertenece a ninguna serie pero sí es verdad que algunos de los personajes que salen en la novela, amigos del protagonista, ya han aparecido en dos libros anteriores: La huida de Carol y El viaje del presidente. Es algo muy habitual dentro de la novela romántica que ciertos personajes secundarios luego tengan su propia historia pero no es necesario haber leído ninguna de ellas para poder adentrarse en esta. Eso sí, al igual que yo, estoy convencida de que las buscarán solo por disfrutar del estilo narrativo de Menchu.
Normalmente, dentro del suspense romántico suele tener mucho más peso la parte de intriga. En esta ocasión ambas partes están bastante equilibradas. El romance, pese a que los protagonistas se conocen desde hace mucho tiempo, es inevitable que se desenvuelva de forma repentina puesto que la acción transcurre en un período de tiempo muy corto. Una de las cosas que me gusta de esta escritora es la forma de abordar las escenas amorosas, recurriendo a la sensualidad más que a la erótica, sin caer en la vulgaridad tan predominante últimamente en la literatura.
El misterio en que se ven envueltos los protagonistas también es muy adictivo, sobre todo, en la parte final de la novela. Desde un primer momento el lector conoce quién pretende encontrar la información que le ha dejado Mijáil a Irina, sin embargo, cualquiera con experiencia en el género sabe que siempre hay una sorpresa final. Curiosamente, justo en el momento en el que apareció ese personaje en escena pensé que tenía algo que esconder, aun así, no me restó satisfacción porque el final se resuelve muy bien. Además, lo que prima es la forma vertiginosa en que se desarrolla toda la acción.
Otro de los puntos fuertes de esta novela es la ambientación y más después de leer en una entrevista que uno de los mayores desafíos a los que tuvo que hacer frente la autora fue que mucha de la documentación estaba en ruso. Nunca he estado en San Petesburgo pero leer este libro ha sido como viajar hasta allí, y no solo para visitar edificios, sino también para conocer un poco de su historia, como el metro que Stalin creó para los pobres.
Si bien la sinopsis de este libro es bastante atrayente, hay novelas que se leen simplemente porque el nombre de la autora ya es garantía de una buena lectura; es el caso de Menchu Garcerán. En su día me conquistó con La fórmula deseada, luego leí El último carnaval y, aunque no me gustó tanto como el primero, la forma que tiene de contar historias es tan envolvente que consigue atrapar al lector irresistiblemente, así que solo puedo decir que es una de las autoras españolas a tener en cuenta dentro del suspense romántico.
El Palacio de Invierno no pertenece a ninguna serie pero sí es verdad que algunos de los personajes que salen en la novela, amigos del protagonista, ya han aparecido en dos libros anteriores: La huida de Carol y El viaje del presidente. Es algo muy habitual dentro de la novela romántica que ciertos personajes secundarios luego tengan su propia historia pero no es necesario haber leído ninguna de ellas para poder adentrarse en esta. Eso sí, al igual que yo, estoy convencida de que las buscarán solo por disfrutar del estilo narrativo de Menchu.
Normalmente, dentro del suspense romántico suele tener mucho más peso la parte de intriga. En esta ocasión ambas partes están bastante equilibradas. El romance, pese a que los protagonistas se conocen desde hace mucho tiempo, es inevitable que se desenvuelva de forma repentina puesto que la acción transcurre en un período de tiempo muy corto. Una de las cosas que me gusta de esta escritora es la forma de abordar las escenas amorosas, recurriendo a la sensualidad más que a la erótica, sin caer en la vulgaridad tan predominante últimamente en la literatura.
El misterio en que se ven envueltos los protagonistas también es muy adictivo, sobre todo, en la parte final de la novela. Desde un primer momento el lector conoce quién pretende encontrar la información que le ha dejado Mijáil a Irina, sin embargo, cualquiera con experiencia en el género sabe que siempre hay una sorpresa final. Curiosamente, justo en el momento en el que apareció ese personaje en escena pensé que tenía algo que esconder, aun así, no me restó satisfacción porque el final se resuelve muy bien. Además, lo que prima es la forma vertiginosa en que se desarrolla toda la acción.
Otro de los puntos fuertes de esta novela es la ambientación y más después de leer en una entrevista que uno de los mayores desafíos a los que tuvo que hacer frente la autora fue que mucha de la documentación estaba en ruso. Nunca he estado en San Petesburgo pero leer este libro ha sido como viajar hasta allí, y no solo para visitar edificios, sino también para conocer un poco de su historia, como el metro que Stalin creó para los pobres.
Se detuvo en el centro de la inmensa plaza del Palacio de Invierno. Sus enormes dimensiones impresionaban incluso a los que estaban habituados a ellas. La fachada barroca contrastaba con las columnas del edificio del estado mayor. Toda esa magnificencia recordaba la grandeza de los días en que los zares tenían el poder y el dinero suficientes para esas grandes obras. Un ejemplo de esa opulencia era el lugar al que se dirigía. El museo del Hermitage. Todo empezó cuando Catalina "la Grande" se dedicó a coleccionar obras de arte. Hubo un momento en que había tantas que decidió construir un edificio junto al palacio que se dedicara en exclusiva a museo. Fue el zar Nicolás I quien decidió convertir el Hermitage en el museo imperial, construyó una puerta para las visitas y lo abrió al público. Los ciudadanos de San Petesburgo estaban muy orgullosos de que hubiera llegado a ser una de las pinacotecas más importantes del mundo.
En resumen, me ha encantado volver a encontrarme con el estilo que me había encandilado en La fórmula deseada y ya estoy deseando volver a adentrarme en otra de las novelas de Menchu Garcerán que apenas duran un suspiro entre las manos.
Gracias a Ediciones Versátil por el envío del ejemplar.
A pesar de ver cuánto lo has disfrutado, no termina de llamarme la atención.
ResponderEliminarBesotes!!!
Tengo ganas de leer algo de la autora, gracias por la reseña.
ResponderEliminarUn beso.
No es mi estilo. NO me atrae.
ResponderEliminarMe gusta lo que cuentas de la novela. No me importaría leerla. El fragmento que pusiste ya invita a hacerlo. Bss.
ResponderEliminarEn esta ocasión no es de mi estilo y no creo que yo disfrutase tanto su lectura, lo dejo pasar.
ResponderEliminarbsos!
No sé porqué pero no me ha atraído y mira que he leído reseñas buenas...
ResponderEliminarUn beso!
Me gustó mucho la historia aunque creo que a la pareja protagonista le faltaba algo más de chispa. Sin duda lo mejor de la novela es la ambientación porque, como dices, parece que te has trasladado hasta allí.
ResponderEliminarUn beso
Esta vez creo que no es una novela de mi estilo, no me la voy a llevar pese a tu estupendísima reseña. Miraré si la autora tiene alguno que vaya conmigo ya que la señalas de forma tan directa
ResponderEliminarBesos
Hola.
ResponderEliminarNo se si mas adelante la leeré, por ahora no me apetece mucho.
Besos.
¡Tengo tanto que leer que sea ajeno a lo que me ocupa ahora! Cada vez que entro en tu página me doy cuenta de todo lo que me estoy perdiendo. :-(
ResponderEliminarA ver si puedo comenzar a diversificar las lecturas.
Un abrazo.
Pues no conocía a la autora y la portada me deja picueta... La verdad es que no creo que lo incluya en mis futuras lecturas... 1beso!
ResponderEliminarPues por tu reseña cobra interes porque la portada la verdad es de esas por las que suelo pasar de largo.
ResponderEliminar