Autor: Alberto Vázquez-Figueroa
Editorial: Plaza & Janes
Nº de páginas: 233
Publicado: Mayo 1979 / 3ª edición
SINOPSIS:
El famoso autor de "Ébano", "¡Panamá, Panamá!" y "Marea negra" -por citar sólo algunos de sus "best-sellers"-, ofrece hoy una obra que, si bien se halla dentro del mundo de la ficción, su temática puede seguir siendo realidad en algún lugar del mundo árabe. Moviéndose a su talante en un escenario que conoce bien desde niño, nos da la impresionante descripción de un harén ("el último"), donde conviven hermosísimas mujeres de todas las razas y nacionalidades: judías, europeas, africanas, asiáticas... Nos permite visitar el fastuoso palacio del todopoderoso Almalarik, a cuatro pasos de los pozos de petróleo que hacen la riqueza del pequeño emirato, cuyo ministro más influyente es. En una exuberante visión de "Las mil y una noches", conocemos la vida de las esposas, concubinas y esclavas de Almalarik, sus celos y envidias, sus orgías de lesbianas, sus prestaciones sexuales a su amo y señor...
Después de tanto tiempo buscando este libro, por fin he podido hacerme con él, y a un precio muy razonable. Aunque cuando lo tuve en mis manos y leí su sinopsis me llevé una pequeña decepción, ya que creí que me iba a encontrar con una novela erótica. Afortunadamente, erré en mi primera impresión, y he podido disfrutar de una lectura que recomiendo a todo el que se pueda hacer con un ejemplar. Recuerdo que una vez le comenté a Vázquez-Figueroa la posibilidad de reeditar sus antiguas novelas, ya que era muy difícil conseguirlas. Su respuesta fue que no las buscara, que eran muy malas, es más, en una entrevista a Rtve dice que ha escrito dos libros buenos y muchos mediocres. Pues debo decir que me ha sorprendido gratamente y me ha gustado mucho más que cualquiera de sus últimos libros.
La novela hay que considerarla dentro de la época en la que se escribe, 1978. Comienza con una introducción en la que el autor se justifica ante su editor por publicar una obra que éste considera fantástica, a lo que Vázquez Figueroa responde: "los harenes continúan existiendo aunque no sean tan frecuentes como hace cincuenta años. El que lo ignoremos se debe, principalmente, al secular desprecio que hemos sentido siempre por la cultura islámica, ya que ningún escritor o sociólogo de importancia se ha preocupado por estudiar a fondo los problemas de los harenes, o los sentimientos y frustraciones de los millones de mujeres que han vivido y muerto en ellos."
Laura, una conocida modelo europea, llega al palacio de Almalarik, jeque árabe con el que acaba de contraer matrimonio. Allí es consciente de que ha sido engañada por él, pues no era consciente de que ha pasado a ser la cuarta esposa del jeque, al que debe compartir con ellas, así como con el resto de concubinas. De inmediato pretende huir, pero se da cuenta de que le han retirado su pasaporte y, prácticamente, ha sido secuestrada.
Entonces no le queda más remedio que adaptarse a la situación, a pesar de que persiste en su intento de huida. Así, se pondrán de manifiesto dos posiciones: una en que las mujeres aceptan su situación y lo consideran lo más normal del mundo, como las gemelas que desde pequeñas han sido obligadas a mantener relaciones sexuales entre ellas y lo consideran lo más normal del mundo; y otra, como la de Laura, que lo considera toda una aberración. Algo que hace muy bien este escritor es ponerse en los dos lados, sin posicionarse por ninguno, manifestando lo bueno y lo malo de cada uno. Porque quien nos dice que lo que nuestra cultura considera perversión lo sea realmente. Nos horrorizamos cuando oímos que alguien come carne de perro, mientras que nosotros comemos conejo normalmente, lo cual puede escandalizar a quien los tiene como animal de compañía.
Reflexiones aparte, otro de los aciertos del autor es ponerse en el papel de una mujer. Muchas veces he leído reseñas de libros escritos por hombres en las que la protagonistas son mujeres y se critica el punto de vista masculino. En este caso no es así, si no supiéramos quién lo ha escrito podríamos pensar perfectamente que ha sido una mujer, pues refleja a la perfección el rechazo de Laura a sentirse una poseción sin derecho a libertad.
Afortunadamente, el tema que se trata pertenece al pasado. Mención especial merece la actuación del embajador británico cuando Laura le pide asilo político. Si bien la decisión que termina tomando es un tanto "cómica" (eso sí, al estilo inglés), ya te aventuro que se niega a hacerlo pues teme las posibles represalias a la hora de suministrar petróleo. Eso no sucedería en la actualidad, ¿no? Aunque me viene a la mente el caso de la modelo española que denunció la violación por parte de un jeque árabe. Creo que fue absuelto y nuestro rey le mandó un telegrama diciendo que se alegraba, o algo así. No, evidentemente, esas cosas no pasan hoy en día.
Continuando con la historia, diré que se produce un hecho que hace pensar que todos se va a solucionar favorablemente, pero ocurre algo que hace que todo vuelva a ser mucho peor que antes. Para conocerlo hay que leer el libro, o ver la película que se hizo, aunque tengo la impresión de que ésa si será erótica.
No me resisto a dejar un par de citas. La primera, el toque de humor que siempre está presente. En cuanto leí lo de barón pensé en Thyssen, pero me despistó lo de banquero, hasta que leí que en esa época estaba casada con la hija de un banquero.
- Desde luego, señora. Era maître en "Maxim's", y usted acudía a menudo con el barón. -Sonrió cortésmente-. Lamenté la ruptura de sus relaciones. Hacían una magnífica pareja.
- También yo lo lamento -admitió-. El barón resultaba insoportable, pero al menos ahora sería "banquera" y baronesa, y no parte de una troupe.
Otra es por el orgullo de ver mi isla reflejada, que también es la del autor.
- Eligió bien el sitio -adimitió-. ¿Cómo se llama este lugar?
- Valle de la Orotava. Ése es el Teide, un viejo volcán dormido. Casi cuatro mil metros de altitud.
- Cuando esto acabe, ocúpese de comprarme una de esas fincas de plátanos. Al pie de la montaña, junto al mar. Cuarenta o cincuenta mil metros con una casa cómoda. Arregle los detalles con Walter.
Por último, un par de reflexiones. La de un viejo maître:
- Los caminos del Señor son insondables, señora. En sesenta años he visto dar muchas vueltas al mundo, y aún espero verle dar unas cuantas más. Usted es muy joven y tendrá tiempo de comprobarlo.
Y la otra, algo muy parecida a una entrevista a un tuareg que surgió hace años por internet.
- Ni siquiera yo -aceptó-. Siempre existe un yate más grande, un avión más lujoso, una mujer más esquiva o una montaña más inaccesible. -Contempló largamente a su interlocutor, e inquirió-: -¿Cuántos camellos tienes?
- Doce.
- ¿Cuántos años hace que los tienes?
El beduino meditó largamente y, al fin, se encogió de hombros.
- Muchos.
- ¿Y nunca has experimentado la necesidad de tener cien camellos?
Le observó con sorpresa, como si estuviera loco.
- ¿Dónde encontraría pasto para cien camellos? Me obligarían a trasladar mi campamento cada semana, y mi familia y yo viviríamos sólo para alimentarlos, angustiados, y sin paz.
El libro concluye con una nueva crítica, el racismo. Por todo esto, no puedo más que recomendar totalmente su lectura, eso sí, búsquenlo en algún mercadillo de segunda mano.
Después de tanto tiempo buscando este libro, por fin he podido hacerme con él, y a un precio muy razonable. Aunque cuando lo tuve en mis manos y leí su sinopsis me llevé una pequeña decepción, ya que creí que me iba a encontrar con una novela erótica. Afortunadamente, erré en mi primera impresión, y he podido disfrutar de una lectura que recomiendo a todo el que se pueda hacer con un ejemplar. Recuerdo que una vez le comenté a Vázquez-Figueroa la posibilidad de reeditar sus antiguas novelas, ya que era muy difícil conseguirlas. Su respuesta fue que no las buscara, que eran muy malas, es más, en una entrevista a Rtve dice que ha escrito dos libros buenos y muchos mediocres. Pues debo decir que me ha sorprendido gratamente y me ha gustado mucho más que cualquiera de sus últimos libros.
La novela hay que considerarla dentro de la época en la que se escribe, 1978. Comienza con una introducción en la que el autor se justifica ante su editor por publicar una obra que éste considera fantástica, a lo que Vázquez Figueroa responde: "los harenes continúan existiendo aunque no sean tan frecuentes como hace cincuenta años. El que lo ignoremos se debe, principalmente, al secular desprecio que hemos sentido siempre por la cultura islámica, ya que ningún escritor o sociólogo de importancia se ha preocupado por estudiar a fondo los problemas de los harenes, o los sentimientos y frustraciones de los millones de mujeres que han vivido y muerto en ellos."
Laura, una conocida modelo europea, llega al palacio de Almalarik, jeque árabe con el que acaba de contraer matrimonio. Allí es consciente de que ha sido engañada por él, pues no era consciente de que ha pasado a ser la cuarta esposa del jeque, al que debe compartir con ellas, así como con el resto de concubinas. De inmediato pretende huir, pero se da cuenta de que le han retirado su pasaporte y, prácticamente, ha sido secuestrada.
Entonces no le queda más remedio que adaptarse a la situación, a pesar de que persiste en su intento de huida. Así, se pondrán de manifiesto dos posiciones: una en que las mujeres aceptan su situación y lo consideran lo más normal del mundo, como las gemelas que desde pequeñas han sido obligadas a mantener relaciones sexuales entre ellas y lo consideran lo más normal del mundo; y otra, como la de Laura, que lo considera toda una aberración. Algo que hace muy bien este escritor es ponerse en los dos lados, sin posicionarse por ninguno, manifestando lo bueno y lo malo de cada uno. Porque quien nos dice que lo que nuestra cultura considera perversión lo sea realmente. Nos horrorizamos cuando oímos que alguien come carne de perro, mientras que nosotros comemos conejo normalmente, lo cual puede escandalizar a quien los tiene como animal de compañía.
Reflexiones aparte, otro de los aciertos del autor es ponerse en el papel de una mujer. Muchas veces he leído reseñas de libros escritos por hombres en las que la protagonistas son mujeres y se critica el punto de vista masculino. En este caso no es así, si no supiéramos quién lo ha escrito podríamos pensar perfectamente que ha sido una mujer, pues refleja a la perfección el rechazo de Laura a sentirse una poseción sin derecho a libertad.
Afortunadamente, el tema que se trata pertenece al pasado. Mención especial merece la actuación del embajador británico cuando Laura le pide asilo político. Si bien la decisión que termina tomando es un tanto "cómica" (eso sí, al estilo inglés), ya te aventuro que se niega a hacerlo pues teme las posibles represalias a la hora de suministrar petróleo. Eso no sucedería en la actualidad, ¿no? Aunque me viene a la mente el caso de la modelo española que denunció la violación por parte de un jeque árabe. Creo que fue absuelto y nuestro rey le mandó un telegrama diciendo que se alegraba, o algo así. No, evidentemente, esas cosas no pasan hoy en día.
Continuando con la historia, diré que se produce un hecho que hace pensar que todos se va a solucionar favorablemente, pero ocurre algo que hace que todo vuelva a ser mucho peor que antes. Para conocerlo hay que leer el libro, o ver la película que se hizo, aunque tengo la impresión de que ésa si será erótica.
No me resisto a dejar un par de citas. La primera, el toque de humor que siempre está presente. En cuanto leí lo de barón pensé en Thyssen, pero me despistó lo de banquero, hasta que leí que en esa época estaba casada con la hija de un banquero.
- Desde luego, señora. Era maître en "Maxim's", y usted acudía a menudo con el barón. -Sonrió cortésmente-. Lamenté la ruptura de sus relaciones. Hacían una magnífica pareja.
- También yo lo lamento -admitió-. El barón resultaba insoportable, pero al menos ahora sería "banquera" y baronesa, y no parte de una troupe.
Otra es por el orgullo de ver mi isla reflejada, que también es la del autor.
- Eligió bien el sitio -adimitió-. ¿Cómo se llama este lugar?
- Valle de la Orotava. Ése es el Teide, un viejo volcán dormido. Casi cuatro mil metros de altitud.
- Cuando esto acabe, ocúpese de comprarme una de esas fincas de plátanos. Al pie de la montaña, junto al mar. Cuarenta o cincuenta mil metros con una casa cómoda. Arregle los detalles con Walter.
Por último, un par de reflexiones. La de un viejo maître:
- Los caminos del Señor son insondables, señora. En sesenta años he visto dar muchas vueltas al mundo, y aún espero verle dar unas cuantas más. Usted es muy joven y tendrá tiempo de comprobarlo.
Y la otra, algo muy parecida a una entrevista a un tuareg que surgió hace años por internet.
- Ni siquiera yo -aceptó-. Siempre existe un yate más grande, un avión más lujoso, una mujer más esquiva o una montaña más inaccesible. -Contempló largamente a su interlocutor, e inquirió-: -¿Cuántos camellos tienes?
- Doce.
- ¿Cuántos años hace que los tienes?
El beduino meditó largamente y, al fin, se encogió de hombros.
- Muchos.
- ¿Y nunca has experimentado la necesidad de tener cien camellos?
Le observó con sorpresa, como si estuviera loco.
- ¿Dónde encontraría pasto para cien camellos? Me obligarían a trasladar mi campamento cada semana, y mi familia y yo viviríamos sólo para alimentarlos, angustiados, y sin paz.
El libro concluye con una nueva crítica, el racismo. Por todo esto, no puedo más que recomendar totalmente su lectura, eso sí, búsquenlo en algún mercadillo de segunda mano.
Me gustaba mucho Alberto Vázquez Figueroa y devoré durante años todos los libros que iba publicando. Me encantaba estar siempre metida en una aventura tras otra. Aunque tengo muy buen recuerdo de sus libros no creo que por ahora me anime a leerlo de nuevo.
ResponderEliminarUn saludo.
Dentro de su biografía hay variedad de temas, así que seguro que encontrarías alguno de tu agrado.
EliminarComo nunca me ha defraudado Alberto Vázquez-Figueroa, tomo nota de esta novela para hacerme con ella.
ResponderEliminarUn beso.
Merece la pena, te lo aseguro, pero tendrás que buscar en librerías de segunda mano.
EliminarTengo pendiente leer a este autor, bueno más bien reencontrarme con él ya que hace tiempo sí leí alguna novela y me gustó. Esta no la conocía y parece interesante, aunque si es tan difícil de conseguir no sé si podré hacerme con un ejemplar
ResponderEliminarbesos
Afortunadamente, tiene más de 70 - 80 libros publicados, seguro que encuentras alguno de tu agrado.
EliminarUn libro tan ansiado y q cuando terminas su lectura sabes q encontraste en èl lo q esperabas y no te defraudo, es terminar con una sonrisa en la cara,y llevandote el libro al pecho decir: que buena,que buenisima lectura...un ejemplo eh jejejejejejej
ResponderEliminarMe alegro q te haya gustado tanto Isa!
Besitos
Pues sí, no sabes lo que es esperar tanto de un libro y que luego termine defraudándote. Con este autor no me ha pasado.
EliminarNi el autor ni la obra me dicen mucho.
ResponderEliminarCreo que este título no es para mi.
Besitos.
A todos no nos puede gustar lo mismo, por eso hay público para todos los gustos.
EliminarMe gusta Figueroa, es de los grandes. Aunque, y ahora quedaré mal, este no me lo he leído aún.
ResponderEliminarVoy poco a poco con este tipo de autores, para paladearlos.
Caerá..
Besos
Te aviso que llevaba un par de años detrás de este libro, hasta que al final cayó. Merece la pena.
EliminarLo buscaré. Solo he leído un libro de este autor y me gustó, así que tengo pendientes otras novelas suyas.
ResponderEliminarEsta no la conocía, pero como bien dices, trata temas reales y candentes, como suele hacer este hombre. Tengo ganas de leer más cosas suyas, sí.
Me alegraría mucho ver alguna reseña en tu blog.
EliminarLo siento no me llama mucho la verdad, lo dejare pasar.
ResponderEliminarGracias por la reseña
Esperemos que la próxima sea de tu agrado.
EliminarNo logro empatizar con el autor, aunque tengo algún libro suyo esperando en la estantería... Quizás le de una nueva oportunidad, aunque no creo que con esta historia, tan complicada de conseguir! Me alegra que la espera haya valido la pena. 1beso!
ResponderEliminarPor mucho que me guste a mí, si a ti no te termina de convencer, no creo que lo termine haciendo. ¿Qué libro tienes?
EliminarMe encanta Figueroa, veré si encuentro ese en la biblioteca.
ResponderEliminarNo sé de dónde eres, pero en la biblioteca de la Universidad de La Laguna hay un ejemplar.
EliminarMe gusta, me gusta, pero no sé si podré conseguirlo...
ResponderEliminarBesos,
Para uno que consigue picarte la curiosidad, está complicado de conseguir.
EliminarLa espera mereció la pena. Muchas veces los autores opinan que sus primeras obras son peores y no siempre es así. Tomo nota por si algún día lo puedo encontrar.
ResponderEliminarbesitos
Esta novela de Vázquez-Figueroa debe de ser de las pocas que no conozca de él. La que más me gustó, sin duda, fue Tuareg que, como él dice, es su novela preferida. Tuve el placer de tenerlo en antena durante dos programas cuando colaboré en Onda Cero, en la emisora comarcal. Todo un lujo el hablar con este gran escritor, aunque diga que casi todas sus novelas son muy malas. Y, si quieres entrevistarle, no te pone pegas ninguna. Por lo menos eso me pasó a mi. Besos, Paco.
ResponderEliminarHe pinchado en el enlace que tienes en el blog, pero no me sale la entrevista. Me gustaría poder oírla.
EliminarMe gustaria comprar el libro, ya que tengo 74 libros de este autor, porque me gusta su lectura.
ResponderEliminarno hay forma d encontrar este libro, me han llegado a pedir en una libreira 150 € por el, asi que no es tan malo como el mismo autor comenta al principio, ahora tengo 77 libros del autor y me faltan :
ResponderEliminaral sur del caribe 1965
africa encadenada 1970
ha llegado un hombre 1970
tras las huella de alec 1971
el ultimo haren 1979
si alguien de este foro dispone ade alguno de ellos ruego contacte en este email :
jepb9462@hotmail.com
Hola.
ResponderEliminarSoy una fan de Alberto Vazquez-Figueroa y reconozco que este libro lo desconocía totalmente.
Gracias por habérmelo dado a conocer
Saludos