Autor: Juan P. Vidal
Editorial: Ediciones Pàmies
Nº de páginas: 304
Publicación: Mayo 2014
SINOPSIS:
Martín descubre, tras la repentina y trágica muerte de su mujer y de su socio, la infidelidad de ambos. Tras varios días de dudas, decide hacerle una prueba de paternidad a su hija. Después de muchas vacilaciones, la abandona y huye a Nueva York siguiendo la pista de un padre al que siempre creyó muerto. Allí comienza una nueva etapa. En un constante ir y venir del pasado al presente, vamos descubriendo cierto paralelismo entre la vida de su progenitor y la suya. En poco tiempo se ve enredado en una peligrosa disputa por la herencia del que posiblemente sea su padre y que se encuentra gravemente enfermo. Un trágico incidente, en el que se ve involucrada la única persona que había conseguido despertar de nuevo en él la ilusión por vivir, acelerará unos acontecimientos que le permitirán comprender la sombra de su pasado y el de su familia.
Una historia situada entre el apasionante mundo de la novela negra y la psicológica, entre el Madrid del siglo XX y el Nueva York del XXI; entre un futuro prometedor en una ciudad apasionante y un doloroso pasado.
Para muchos no será ninguna novedad que un autor les ofrezca su novela para leerla pero para mí supone un gran aliciente el hecho de que alguien me ofrezca leer su obra para reseñar (a pesar de que haya sido una invitación masiva, me alegro de que haya pensado también en mi blog). No es la primera vez que se ponen en contacto conmigo para leer una novela, sin embargo, la mayoría de las veces termino rechazando el ofrecimiento porque no leo libros digitales o no me interesa el argumento pero en esta ocasión la sinopsis era muy apetecible y ya le había echado el ojo cuando la vi entre las novedades así que no me pude resistir.
La leí hace un tiempo pero no había encontrado el momento para hacer la reseña. Ahora estoy un poco más desahogada y, al leer las que se han ido publicando, me he animado a escribir la mía. Voy a comenzar diciendo que no coincido con la opinión de la mayoría, casi todas las críticas que he leído son muy buenas, en cambio, yo no he sabido entenderla. No sé si es de esos libros que requieren de un momento adecuado para leerlo o simplemente me he quedado con la sensación de que el autor quería plasmar algo que yo no he captado.
En mi apreciación tal vez tenga mucho que ver lo que esperaba encontrar en la lectura y no hallé. En esta ocasión no le puedo echar la culpa a la sinopsis, realmente relata lo que nos vamos a encontrar en la novela, el problema es que la imaginación es libre y yo pensaba que la historia iba a discurrir de otra manera, dándole un papel más importante a la acción y la intriga, y me he encontrado con un ritmo bastante lento en el que predominan las reflexiones del protagonista.
También me gustaría destacar que, en mi opinión, no se debería identificar con la novela negra, como mucho podría decirse que es una historia de misterio pero sin llegar a ser trepidante. Más que psicológica creo que se puede considerar filosófica, este adjetivo es el que mejor define lo que nos vamos a encontrar en este libro: las cavilaciones de Martín sobre su propia vida y la forma de actuar de las personas.
Aquel hombre, con sus palabras y con su ejemplo, me demostró junto con Marta que en la vida se pueden alcanzar grandes sueños; los de llegar a ser persona. Eso sí, como lo somos todos, llenos de contradicciones, de equivocaciones, pero también de humanidad, de respeto, cariño y grandes sentimientos. Aquellos días me enseñaron que quizás en la vida se puede llegar a ser algo distinto.
En una entrevista Vázquez-Figueroa decía que él solo escribía de lo que sabía y creo que Juan P. Vidal sigue el mismo consejo. Es licenciado en Filosofía y Economía y eso se pone de manifiesto a lo largo de toda la lectura. Si bien lo filosófico es lo dominante también se aprecian, aunque en menor medida, los datos económicos como la crisis del 87 o la trama empresarial que guarda ciertos parecidos con la de Madoff.
En la historia hay continuos saltos al pasado, déjà vu y sueños pero yo no he sabido entender el por qué del título; me sigo quedando con la impresión de que se me ha pasado algo por alto.
Aunque no me ha entusiasmado lo que cuenta el autor debo decir que sí me ha gustado cómo lo hace. La novela está narrada en primera persona por Martín y la apatía de su vida se percibe a través de sus palabras, resultando una lectura un tanto soporífera. Sin embargo, creo que eso es lo que pretendía el escritor, transmitir los sentimientos del protagonista al lector, puesto que en los pocos momentos que aparece Donald (un personaje secundario) su vitalidad contrasta con la desgana de Martín.
Evidentemente, mi reseña no es muy entusiasta, pero eso no significa que este libro no sea recomendable para un tipo de público que podría descartarlo tras leer la sinopsis. No estaría de más añadir que en "Los sueños de la memoria" Martín realiza un viaje existencial a través del cual logra tomar una decisión fundamental para su vida.
Para muchos no será ninguna novedad que un autor les ofrezca su novela para leerla pero para mí supone un gran aliciente el hecho de que alguien me ofrezca leer su obra para reseñar (a pesar de que haya sido una invitación masiva, me alegro de que haya pensado también en mi blog). No es la primera vez que se ponen en contacto conmigo para leer una novela, sin embargo, la mayoría de las veces termino rechazando el ofrecimiento porque no leo libros digitales o no me interesa el argumento pero en esta ocasión la sinopsis era muy apetecible y ya le había echado el ojo cuando la vi entre las novedades así que no me pude resistir.
La leí hace un tiempo pero no había encontrado el momento para hacer la reseña. Ahora estoy un poco más desahogada y, al leer las que se han ido publicando, me he animado a escribir la mía. Voy a comenzar diciendo que no coincido con la opinión de la mayoría, casi todas las críticas que he leído son muy buenas, en cambio, yo no he sabido entenderla. No sé si es de esos libros que requieren de un momento adecuado para leerlo o simplemente me he quedado con la sensación de que el autor quería plasmar algo que yo no he captado.
En mi apreciación tal vez tenga mucho que ver lo que esperaba encontrar en la lectura y no hallé. En esta ocasión no le puedo echar la culpa a la sinopsis, realmente relata lo que nos vamos a encontrar en la novela, el problema es que la imaginación es libre y yo pensaba que la historia iba a discurrir de otra manera, dándole un papel más importante a la acción y la intriga, y me he encontrado con un ritmo bastante lento en el que predominan las reflexiones del protagonista.
También me gustaría destacar que, en mi opinión, no se debería identificar con la novela negra, como mucho podría decirse que es una historia de misterio pero sin llegar a ser trepidante. Más que psicológica creo que se puede considerar filosófica, este adjetivo es el que mejor define lo que nos vamos a encontrar en este libro: las cavilaciones de Martín sobre su propia vida y la forma de actuar de las personas.
Aquel hombre, con sus palabras y con su ejemplo, me demostró junto con Marta que en la vida se pueden alcanzar grandes sueños; los de llegar a ser persona. Eso sí, como lo somos todos, llenos de contradicciones, de equivocaciones, pero también de humanidad, de respeto, cariño y grandes sentimientos. Aquellos días me enseñaron que quizás en la vida se puede llegar a ser algo distinto.
En una entrevista Vázquez-Figueroa decía que él solo escribía de lo que sabía y creo que Juan P. Vidal sigue el mismo consejo. Es licenciado en Filosofía y Economía y eso se pone de manifiesto a lo largo de toda la lectura. Si bien lo filosófico es lo dominante también se aprecian, aunque en menor medida, los datos económicos como la crisis del 87 o la trama empresarial que guarda ciertos parecidos con la de Madoff.
En la historia hay continuos saltos al pasado, déjà vu y sueños pero yo no he sabido entender el por qué del título; me sigo quedando con la impresión de que se me ha pasado algo por alto.
Aunque no me ha entusiasmado lo que cuenta el autor debo decir que sí me ha gustado cómo lo hace. La novela está narrada en primera persona por Martín y la apatía de su vida se percibe a través de sus palabras, resultando una lectura un tanto soporífera. Sin embargo, creo que eso es lo que pretendía el escritor, transmitir los sentimientos del protagonista al lector, puesto que en los pocos momentos que aparece Donald (un personaje secundario) su vitalidad contrasta con la desgana de Martín.
Evidentemente, mi reseña no es muy entusiasta, pero eso no significa que este libro no sea recomendable para un tipo de público que podría descartarlo tras leer la sinopsis. No estaría de más añadir que en "Los sueños de la memoria" Martín realiza un viaje existencial a través del cual logra tomar una decisión fundamental para su vida.
Gracias al autor por el ofrecimiento y a Pàmies por el envío.
La verdad es que al principio sí que me llamaba la atención, pero después he ido viendo algunas reseñas que decían que se hace algo pesada y empiezo a echarme para atrás. Además eso que nos dices de que es un poco filosófica, no me termina de convencer, así que no creo que la lea.
ResponderEliminarUn beso!
Lo tengo en casa, esperando turno =)
ResponderEliminarBesotes
Hasta ahora solo había visto reseñas positivas de este libro así que lo tengo apuntado en mi lista de pendientes. No voy a descartarlo, pero si le bajo las expectativas, por si acaso.
ResponderEliminarBesotes!!!
No me pareció que estuviese mal. En ocasiones podía hacerse un poco lento, puede ser. Un besote!
ResponderEliminarMe resulta interesante a pesar de los peros, besotes
ResponderEliminarLeí esta novela hace unas semanas y a mí sí que me gustó, también esperaba más acción y ritmo pero aún así me parecío interesante
ResponderEliminarBesos
Hola Isa, no creo que me anime, aunque se ve que esta bien, no es mi tipo de lectura como tu sabes.
ResponderEliminarBesos.
El ritmo lento no me asusta en absoluto y además esas consideraciones filosóficas lo hacen muy atractivo. Si te digo la verdad, nunca me ha defraudado una novela escrita por un filósofo...
ResponderEliminarMuchas gracias, Isa, por pasarte por mi blog en mi regreso. Espero ir cogiendo el ritmo esta semana y nos seguiremos leyendo.
Besos,
Antes leía muchos libros con esa vertiente filosófica pero reconozco que ahora me cuesta un poco más. Eso sumado al ritmo lento y a los saltos temporales no la hacen demasiado atractiva a mis ojos en este momento en el que busco novelas mas light. Quizás en un futuro..
ResponderEliminarUn beso