Autor: Alberto Vázquez-Figueroa
Editorial: Ediciones B
Nº de páginas: 368
Publicación: Marzo 2016
SINOPSIS:
UNA NOVELA DOLOROSAMENTE REAL SOBRE UN MUNDO AMENAZADO.
UNA AGUDA REFLEXIÓN SOBRE LA AMENAZA ISLAMISTA Y LA CRISIS DE LOS REFUGIADOS.
UN LLAMAMIENTO PARA FRENAR LA BARBARIE.
«Vivimos en unos tiempos en los que la realidad supera a la fantasía. No me siento capaz de determinar si he escrito una novela sobre la degradación política, un relato periodístico de dolorosa actualidad o un alegato contra la avaricia, la injusticia y el fanatismo. Y es que todo cuanto hubiera podido imaginar se ve superado por unos acontecimientos que cada mañana producen asombro y cada noche insomnio.
Cuesta aceptarlo, pero estamos viendo cómo el inmenso árbol en que convivimos los humanos no va a ser destruido por un rayo divino sino por la carcoma de gobernantes parasitarios que le roban la savia, locos extremistas que envenenan sus frutos y ratas especuladoras que roen sus raíces.
No permitiré que entre todos destruyan el árbol en el que deberán vivir mis hijos y mis nietos.»
Alberto Vázquez-Figueroa
Como el mismo Vázquez- Figueroa ha comentado, ya no escribe novelas de aventuras, ahora dedica su tiempo a intentar buscar soluciones a los problemas de la sociedad. Es por eso que La Barbarie no es una novela al uso, sino una exposición de ideas a desarrollar que el autor plasma a través de tres historias independientes, a la vez que aprovecha para criticar la desidia ante el drama de los refugiados, el avance del yihadismo y la corrupción política.
La novela comienza con una curiosa amenaza anónima sobre La Meca, reclamando a los musulmanes sensatos que hagan entrar en razón a los terroristas yihadistas: luego se irán entrelazando las distintas historias. Por un lado volveremos a tener conocimiento de los protagonistas de Crimen contra la humanidad, los cuales continúan con la denuncia expresada en el libro anterior mediante la realización de una película (no es necesario haberlo leído puesto que se da la información suficiente). Sin embargo, debo decir que me hubiera gustado más que no los involucrara en esta nueva aventura, puesto que la forma de desarrollar el final de la otra quedaba mejor en mi imaginación que tal y como la plantea aquí.
Por otro lado, nos encontramos con un musulmán y un judío, protector de la Ciudad Santa de la Meca uno y antiguo miembro del servicio de inteligencia israelí otro, que deciden unirse pese a sus diferencias con tal de erradicar a los culpables de tanto terror, así como a aquellos que los financian.
- ¿Recuerda cómo se llama?
- Menahen Fromm.
- ¿Y yo?
- Suleimán Ibn Jiluy.
- ¿Y en qué lugar nos encontramos?
- En el golfo de Acaba.
- Si sabe cómo nos llamamos y dónde nos encontramos significa que no tiene Alzheimer, y como me consta que el Shin Bet tan solo da de baja definitivamente a sus miembros cuando padecen senilidad o Alzheimer, deduzco que continúa en contacto con ellos y su gente puede llegar a donde nunca podría llegar la mía.
Y, por último, recoge distintos pasajes de otra novela suya publicada en los 90, África llora, basada en una historia real de unos niños etíopes que deciden huir de la guerra en busca de un lugar mejor dónde vivir. Tal vez las penurias vividas en el continente africano no la llegamos a asociar con los refugiados sirios que hoy en día se asoman a las puertas de Europa pero, de lo que no cabe duda, es que ambos son un drama terrible.
Como comentaba al principio, a través de los distintos personajes que aparecen en la novela, Vázquez-Figueroa propone posibles soluciones al problema de los refugiados. Respecto a su ubicación no creo que sea posible, más que nada, por la propia negativa de estos; aspiran a llegar a Europa y, cualquier destino diferente a ese, sería difícil de aceptar.
Lo más triste es que en el dispositivo Jonás, submarino no tripulado destinado a ser enviado para rescatar a todas aquellas personas que naufragan en el mar, solo se han interesado los narcotraficantes. Según Vázquez-Figueroa a nuestros políticos europeos no les interesa que llegue una población musulmana que en unos años será mayoritaria y terminará por echarlos.
También hay espacio para su continua "lucha" para poder conseguir agua dulce. Nuevamente nos hace cuestionarnos sobre cómo el precio de una botella de agua en un aeropuerto puede llegar a duplicar el de un litro de gasolina, pero en esta ocasión su periplo personal tiene un peso relevante. Y es que luchar contra tantos intereses particulares no es fácil y así lo demuestra en el libro, con un aporte adicional de documentos personales.
También hay espacio para su continua "lucha" para poder conseguir agua dulce. Nuevamente nos hace cuestionarnos sobre cómo el precio de una botella de agua en un aeropuerto puede llegar a duplicar el de un litro de gasolina, pero en esta ocasión su periplo personal tiene un peso relevante. Y es que luchar contra tantos intereses particulares no es fácil y así lo demuestra en el libro, con un aporte adicional de documentos personales.
La Barbarie no es un libro al que enfrentarse como una novela habitual, hay que hacerlo con otro de punto de vista: dispuestos a conocer posibles soluciones, estudiarlas, decidir si son viables y, en el caso de que haya una posibilidad, preguntarse por qué no se llevan a cabo. Si algo caracteriza los últimos libros de Vázquez-Figueroa es que se esfuerza en hacer pensar al lector, no se limita a aportar su invento sino que, a través de los diálogos, mediante preguntas, consigue que lleguemos a la misma conclusión que él.
En resumen, después de todo lo dicho y conociendo mi afición por el autor está más que claro que recomiendo su lectura. Además, solo por la batalla que tiene con Hacienda hay que ayudarle comprando el libro, quien quiera saber lo que le ha ocurrido solo tiene que leerlo.
Gracias a Ediciones B por el envío del ejemplar.
No lo conocía, gracias por la reseña :P
ResponderEliminarUn abrazote ^^
No me termina de convencer,Isa. Bss.
ResponderEliminarLa portada me parece super bonita, pero no me termina de atraer.
ResponderEliminarUn beso ^^
No termina de convencerme esta vez.
ResponderEliminarBesotes!!!
A pesar de tu recomendación no es un libro que me atraiga demasiado
ResponderEliminarBesos
Me resisto s leer s este autor.
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarUff sólo por la sinopsis nunca leería ese libro, es terrible como disfrazado de buenos deseosos se escriben ese tipo de libros tan absolutamente xenofobicos que pretender juzgar desde una perspectiva occidental pensamientos que no entienden. Que tristeza.
Te recomendaría que lo leyeras y te hicieras tu propia opinión. De Vázquez-Figueroa se podrán decir muchas cosas pero no creo que xenófobo sea una de ellas. Si te interesa, simplemente échale una ojeada a su biografía, no solo porque se ha criado en África y conoce muy bien la cultura musulmana, sino por todo lo que ha viajado.
EliminarHola, Isa.
ResponderEliminarAun no he leído la anterior publicación de Alberto (este hombre escribe a cuatro manos o qué, jeje) y creo que ésta última tardaré un poco en tenerla en mis manos. Gracias por acercarme un poquito a ella porque apenas hay en la blogosfera seguidores de este autor. Besos
Una historia actual que mezcla realidad y ficcion...Nunca he leido nada de este autor canario y leyendo tu reseña, se da a demostrar que es un escritor muy sensible con los males que tenemos en estos momentos en el mundo....los refugiados, los yihadistas, el problema del agua,...se que no lo leería, no es lo que normalmente leo, pero te doy las gracias por darmelo a conocer
ResponderEliminarBuen fin de semana!