CÓMO NO SER UNA DRAMA MAMÁ, DE AMAYA ASCUNCE

Título: Cómo no ser una drama mamá
Subtítulo: Las 101 frases de tu madre que juraste no repetir
Autor: Amaya Ascunce  
Editorial: Planeta
Sello: Booket
Nº de páginas: 382
Publicación: Febrero 2015 (2ª impresión)

SINOPSIS:

Este libro es para todos los que oyeron frases inolvidables como éstas: «Tómate el zumo rápido que se le van las vitaminas», «Te voy a lavar la boca con jabón», o «¿Te crees que soy la dueña del Banco de España?» Es para los niños con coderas y chándal de táctel que sabían que los cromos que regalaban en la puerta del cole llevaban droga y que hay hacer dos horas de digestión para meterse en el agua. Pero también es para los que aseguran convencidos que nunca serán como su madre. Infelices. Aquí van las 101 frases que prometiste no repetir; la opinión de algunos expertos, como Javier Urra y Rocío Ramos-Paul ―la supernanny de la tele―; la contribución de cientos de lectores anónimos que contaron su versión; y la historia de la nena, la protagonista, que sabe que lo negro del plátano no está buenísimo, por mucho que lo diga su madre. Si la tuya nunca dijo estas frases, bendice tu suerte.

Me lo pasé tan bien leyendo En la cocina con la drama mamá (y cuando digo bien me refiero a reír a carcajadas), que sabía que tarde o temprano terminaría leyendo su primer libro, y por fin ha llegado el momento. No sé si sería el más óptimo para mi pero con este no he tenido tantas carcajadas, eso sí, la sonrisa ha sido constante durante toda la lectura.

Es imposible no sentirse identificado con la mayoría de las 101 frases de la drama mamá, o con sus respectivas versiones, porque todas las madres siguen el mismo patrón sin necesidad de haber hecho ningún curso. 

El libro es un recopilatorio de lo que en su día publicó Amaya en su blog: una frase seguida de su propia experiencia; las excepciones para utilizarlas con sus futuros hijos; las versiones de los seguidores que comentaron su entrada; la opinión de un experto, Javier Urra, la supernanny Rocío Ramos-Paul y/o el pediatra Juan Casado.

Con lo que te quedas al leer el libro, además de pasar un rato muy divertido, es con la sensación de que la drama mamá, real o producto de la ficción, es una mujer entrañable a la que todos quisiéramos conocer para poder tener alguna experiencia que contar.

No todo son risas en esta historia, también hay espacio para la melancolía por la pérdida del no drama papá, aun así, el tema es tratado con optimismo. Y, para que el lector no se me apague al leer esto, les contaré el sistema que usaban en casa de los Ascunce para llamar a las niñas a comer: la drama mamá se pegaba diez minutos diciéndoles que apagaran la televisión, el no drama papá bajaba la palanca de la corriente y se solucionaba el problema de inmediato.

En definitiva, no solo recomiendo cualquiera de los libros de Amaya Ascunce para todo aquel que quiera pasar un rato agradable y olvidarse de cualquier problema, sino que le "exijo" a la autora que nos deleite con una nueva obra ¡YA!.